domingo, 13 de noviembre de 2011

-Deseo de Navidad. Epílogo


Había salido de compras con mis padres, volvíamos a casa, habíamos ido al mercado a comprar las cosas que nos faltaban en la nevera y el refrigerador. No tenía ganas de hacer nada pero se lo había prometido, no querían verme más vaguear por casa e ir de un lado a otro como si fuera un alma en pena. Marc por primera vez en muchas semanas, intentaba hacerme reír en vez de intentar cabrearme.
Miro a mi alrededor, aun tengo la esperanza de verlo en algún rincón. Veo a una niña pequeña, colgando de su mano tiene a su muñeco Tom kaulitz. Noto como el mundo se me derrumba, quiero salir de allí. Los recuerdos de esos últimos días con él empiezan a invadir mi mente llevándome a un pasado que no quiero recordar para no recaer.


"Entro en la habitación, Tom está tumbado en la cama, sudado y con la respiración agitada. Algo va mal, él me dijo que no necesitaba respirar cuando nos  conocimos.

-¿Tom, estás bien? - Me siento a su lado.
-Sí, no te preocupes. - Sonríe, no es verdadera. Intenta hacer que me olvide del tema como lleva haciendo estos días.
-Tom...
Se sienta en la cama, le cuesta. Me mira a los ojos, me coloca el pelo detrás de la oreja como siempre hace y me coge la cara.
-¿Tranquila si? Siempre estaré a tu lado, te lo prometí.
Junta sus labio con los míos, era un beso dulce, sin segundas intenciones aunque parecía que me digiera adiós con este."


Me mentiste Tom, no te quedaste a mi lado.

-Moni, Moni.-Noto como tiran de mi brazo. Miro a Eli. -¡Mira!

Llevo la mirada hacia dónde ella me indica. Había estado tan metida en mis pensamientos y recuerdos que no me había dado cuenta de que ya estábamos en la calle de casa.
Veo lo que me quiere decir. Un chico clavado a Tom kaulitz. No, es él. Rastas rubias en la cabeza, la gorra, los ojos marrones, el lunar, el piercing y las ropas anchas.

-Ahora vengo.- Aviso a mis padres.

Empiezo a caminar en dirección hacia él con pasos largos, Eli me sigue.
Me fijo en lo que hay a su alrededor. Camiones de mudanza que están siendo vaciados. Veo como entra un par de cajas. Espero a que salga y antes de que coja otra llamo su atención.

-Oye. - Me miro y sonríe. Es esa sonrisa que yo conozco tan bien. La que siempre estaba dibujada en la cara de mi Tom.- ¿Nos conocemos?
-No, creo que no - Sonríe.- No olvidaría una cara tan bonita.
-¿Eres Tom Kaulitz?
-No, soy Tom Torres.- Vuelve a sonreír -  ¿Tú eres?
-Mónica Gómez
-Un placer. -Me da dos besos.
-Tom, escogeré habitación antes que tú.- Gritan des de una ventana de la casa en el segundo piso.
-Mi hermano pequeño.
No digo nada. Estaba tan segura que era él, pero parece que me equivoqué.
-Ya nos veremos.
Doy media vuelta y me empiezo a ir.
-Moni. - Noto como me coge la mano, me estremezco al notar el contacto de nuestras manos. Me giro. Él se acerca a mí y me susurra al oído. - La segunda estrella, en la parte derecha de la torre sigue brillando como siempre lo ha hecho.

Me da un beso en la mejilla.

- Nos vemos.

Me suelta la mano, coge otra caja y entra en su nueva casa.

Yo me quedo allí aturdida por lo que acaba de pasar. Es él, es Tom. Mi Tom.

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